Estas aves, que estuvieron en peligro de extinción durante los años 80, gozan del "cariño" de los holandeses como aquí ocurre con las cigüeñas.
"En Holanda se dieron cuenta de su valor y sirvió para crear una especie de oleada de protección en Europa. La población de espátulas al norte de los Pirineos es escasa y éste fue uno de los principales argumentos para que Txingudi fuese incluido en la Convención de Ramsar, relativa a los Humedales de Importancia Internacional", recalca Alberto Luengo, técnico del parque de Plaiaundi.
Ahora, la anillada espátula se exhibe disecada en el centro de interpretación de aves de Plaiaundi, acompañada de su compañero de viaje, y revela a los visitantes su recorrido vital, desde su nacimiento hasta que batió sus alas con destino a Mauritania, donde esta especie pasa el invierno.
Sus primeros meses de vida los pasó en un radio de una decena de kilómetros en Texel para, en otoño de 2004, desplazarse unos 175 kilómetros y asentarse en la zona de Yerseke (Holanda). Un día otoñal de 2005 tomó la decisión de unirse por primera vez al grupo migratorio, camino de África. Tras recorrer más de 1.177 kilómetros, la bandada de aves decidió descansar y alimentarse en los humedales bidasoarras de diminutos crustáceos, obtenidos en el fango marismeño gracias a su alargado y robusto pico.
Desde aqui quiero dar las gracias a Xabier Garate que nos ha mandado estas dos magnificas fotos, muchas gracias Xabier por tu aportación.
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