LA ESPÁTULA COMÚN
CRIA POR PRIMERA VEZ EN LOS HUMEDALES DE SALBURUA (ÁLAVA)
Se trata también de
la primera vez que esta amenazada ave se reproduce en el País Vasco
La sorpresa saltó el pasado 22 de septiembre. Xavier Buenetxea, experto herpetólogo, se encontraba realizando un muestreo sobre galápagos acuáticos cuando observó en la sauceda central de la Balsa de Betoño, en Salburua, dos aves blancas que aún no podían volar y se asustaron a su paso trepando por las ramas de los árboles inundados. Pese a no llevar prismáticos, advirtió que aquellos pollos volanderos parecían pertenecer a una de nuestras aves zancudas amenazadas, la espátula común, especie que hasta la fecha no tenía ninguna reproducción registrada en la Comunidad Autónoma Vasca y solo era posible observar en sus pasos migratorios.
Una vez dada la voz de alarma, al día siguiente, con material óptico adecuado y acompañado por técnicos de la Unidad de AnilloVerde y Biodiversidad del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, se pudo confirmar que efectivamente, se trataba de dos pollos de espátula común, ya totalmente emplumados pero aún incapaces de volar.
La espátula común cría en la mitad occidental de la Península Ibérica, con su grueso poblacional concentrado en Andalucia y en menor medida Extremadura. Sus puntos de cría más norteños registrados hasta fecha se situaban en Zamora (lagunas de Villafáfila) y Palencia (La Nava). La reproducción en Salburua constituye por tanto, su punto de cría más septentrional registrado hasta la fecha a escala ibérica.
Aparte de la población ibérica, que se cifra en unas 1.400 parejas reproductoras anuales, en Europa Occidental la especie se distribuye principalmente por Los Países Bajos y Francia, con unas 3.600 parejas nidificantes cada año.
ESPECIE DE ALTO INTERÉS DE CONSERVACIÓN
Se trata de una especie estrictamente ligada a los medios acuáticos. Los humedales están considerados uno de los ecosistemas más amenazados del Mundo y en general se encuentran en un estado de conservación muy precario. Por estos motivos, las poblaciones europeas de espátulas son escasas y se distribuyen de forma dispersa. En consecuencia, se consideran amenazadas a escala continental. Por este motivo, la protección de la espátula es estricta a escala europea y se considera “Vulnerable” en el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas.
Es una especie emblemática en los humedales vascos, destacando las concentraciones migratorias que se registran en los estuarios de Urdaibai y Txingudi (estuario del Bidasoa) y en menor medida en humedales interiores como el sistema de embalses del río Zadorra y el propio Salburua.
El asentamiento como especie nidificante en tierras alavesas es una magnífica noticia que pone de manifiesto la calidad ambiental de Salburua, ya que las espátulas son muy exigentes a la hora de elegir los humedales donde ubicar sus nidos, que deben estar bien conservados y sufrir escasas perturbaciones humanas.
FECHAS ATÍPICAS PARA LA REPRODUCCIÓN EN SALBURUA
En esta especie desde la puesta de los huevos hasta que los pollos abandonan el nido suelen transcurrir en torno a dos meses y medio (25 días de incubación y 50 días de crianza). Teniendo en cuenta la fecha en que se detectaron los pollos de Salburua (22 de septiembre) y que aún les quedaban unos días para poder volar, la pareja de espátulas que decidió instalar su nido en Salburua debió hacer su puesta en torno a la última semana de julio. Estas fechas se salen del patrón normal de reproducción de esta especie, que normalmente se instala en sus nidos entre abril y mayo, desconociéndose las causas de dicho retraso.
Se da la circunstancia de que el nido detectado se ubica en una colonia mixta de diferentes especies de garzas que es objeto de un seguimiento detallado en época ordinaria de cría (febrero-junio), al tratarse de una de las garceras más relevantes del País Vasco. Sin embargo, las fechas atípicas de la reproducción de esta pareja de espátulas ha impedido su detección dentro de dichos seguimientos. Por suerte, Xabier Buenetxea pasó por allí en el momento adecuado.
ESPECIE INCONFUNDIBLE
La espátula común luce una coloración general blanca y es un ave zancuda de gran tamaño. Sin duda, su rasgo más llamativo es su característico e inconfundible pico, largo y aplanado en su extremo a modo de espátula, de donde deriva su nombre vulgar. En época de cría desarrollan un color amarillento en el pecho y un penacho de plumas en la nuca. Los jóvenes, como los detectados en Salburua, carecen de dichos rasgos y lucen un plumaje totalmente blanco con las puntas de las alas negras y pico y patas rosas.
SALBURUA, UN HUMEDAL PERIURBANO DE ALTO INTERÉS DE CONSERVACIÓN NO EXENTO DE AMENAZAS
Los Humedales de Salburua sufrieron, como otras tantas zonas húmedas ibéricas, una agresiva transformación desde el siglo XIX que condujeron a la práctica desecación de todos sus cuerpos de agua y a la tala de los extensos robledales que los contorneaban.
A mediados de los noventa del siglo pasado se inició por parte del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz un proyecto de restauración ambiental, que aún continúa, y que permitió consolidar un espacio de algo más de 200 ha, donde se alternan cuerpos de agua, robledales, bosques de ribera y pastizales de borde lagunar.
Desde su restauración Salburua ha ido sumando valores ambientales que han motivado su declaración como Sitio Ramsar y su inclusión dentro de la Red Natura 2000 como Zona de especial Conservación y Zona de Especial Protección para la Aves.
En la actualidad, casi 30 años tras el inicio de su restauración, Salburua atesora destacadas poblaciones flora y fauna de interés de conservación, aunque sin duda la especie clave es el visón europeo, catalogado “En peligro Crítico de extinción” a escala estatal y cuyas poblaciones, tras la erradicación en la zona del visón americano, están siendo objeto de un proyecto de reforzamiento poblacional que empieza a dar resultados positivos.
Salburua es el principal eslabón por el este de una extensa red de parques periurbanos, conocida como “Anillo Verde”, que rodean la periferia de la ciudad de Vitoria-Gasteiz. Recibe más de medio millón de visitas anuales, pero el impacto de las mismas se ha podido compatibilizar con sus valores ambientales por medio del diseño de espacios de reserva ajenos a la influencia humana.
Pese a los resultados alentadores del proyecto de recuperación de estos humedales, quedan por delante retos de gran importancia, destacando la mejora de la calidad y la cantidad del agua influente en los humedales, la potenciación de su conectividad ecológica con los medios naturales circundantes, el control de la expansión urbana en sus inmediaciones y el control de especies exóticas invasoras.
Contacto:
Unidad de Anillo Verde y Biodiversidad
Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz
llobo@vitoria-gasteiz.org
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